MINIFICCIONES DE ALEJANDRO FLORES

Estreñimiento justificado

La mierda se resistía a ser expulsada:

—¡Soy igual de benéfica y liberadora que la lágrima! ¡No saldré hasta que lo reconozcan!

Náufrago

En vida no aprendí a nadar. No me extraña que nunca hayan encontrado mi cuerpo. Mi cadáver tampoco aprendió.

Ventana

Los vidrios están tristes. Necesitan la lluvia más que las plantas. Cada gota sobre ellos la viven como una lágrima. Como si esas pequeñas partículas acudieran a su dolor para ser lloradas por ellos. Ojalá no tarden las lluvias. También las necesito.

Foco fundido

Una luciérnaga liberada.

Mosquito

1

Su muerte es el aplauso de mi efímera gloria.

2

Me rasco su eco hasta sangrar.

El nombre del fuego

La hipocresía de los humanos es tanta que tienen tres nombres para mí: si soy bueno me llaman «Lumbre», si soy neutral me llaman «Fuego» y, cuando soy malo, me llaman «Incendio». El tercero nunca me lo han dicho de frente; dudo que algún día lo hagan. Sólo a quien se atreva a hacerlo le diré mi verdadero nombre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Semblanza

 

Alejandro Flores Molina (Ciudad de México, 1989). Estudió la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas en la FES Acatlán. Autor que busca especializarse en géneros breves como el haikú y la minificción; es miembro del consejo editorial de Corazón de diablo. Sus textos han aparecido en las revistas De-lirio, Tema y variaciones de Literatura #53 de la UAM y en las revistas electrónicas Caracola Magazine, minúscula y Revista tabaquería donde colabora de forma mensual en el espacio “Sen