Jonathan Alexander España Eraso y Augusto Lozada Lince, a través de conexionnortesur, desde este número inician la publicación de microantologías de minificción, con sus respectivos comentarios, hecho que será, sin lugar a dudas, una revelación de las letras hispanoamericanas. Con el rigor de estos estudiosos de la micronarración y todo nuestro entusiasmo y apoyo, y con la participación de escritores y escritoras del continente y el mundo, este nuevo proyecto será una realidad. Bienvenidos. (Arturo Prado Lima)
Curaduría editorial y microcomentario:
Jonathan Alexander España Eraso y Augusto Lozada Lince
Coeditores de Alebrijes | Revista Nariñense de Minificción y Editorial Avatares
Entrega No. 1: Misterios.
A través de la brevedad, ese espacio observable de la revelación literaria, la narración puede devenir el misterio que alberga el ritmo de lo inesperado. Lo que le queda al lector, entre el silencio de las palabras, es la intriga abismada en el fondo de la página que señala la latitud de los secretos.
Desde la entrada al dominio en donde esto sucede, el sentido ficcional que suspende el augurio inicia la partida, en una bandada de preguntas que se aferra, silenciosa, a nosotros para expandir el mundo remoto que nos persigue.
En esta microantología, el lector recorrerá, a través de la narrativa breve de cinco exponentes de diversos países de nuestra América, desde Guatemala hasta Argentina, lo que el espejo nos regresa. Al final, en usted se habrá configurado el prodigio que sostiene el cielo de lo oculto, desde muy diversas temáticas: lo que nos señala que, al ser intrínsecamente incómodo, goza del privilegio de contener el inicio y el fin de la historia; los enigmas que encierran los hogares; el asedio a la creación de entre-lugares que se intersecan por claroscuros; los ritos simbióticos en una atmósfera cinematográfica setentera y las implicaciones del tiempo; la cuota terrible que ha de cobrar la magia por el placer que nos provee; y la nostalgia abrumadora que produce la ausencia de los seres queridos.
ARGENTINA
Inútil pitonisa
Lucila Adela Guzmán
La premonición se le presentaba diez minutos antes de que acontecieran los hechos. Eran tantas muertes y catástrofes las que enfocaban sus ojos abiertos hacia adentro, que un día pensó en arrancárselos.
Casandra, devorada por la antelación, fue embestida cada vez por la urgencia de avisar a los otros. Pero sus presentimientos la alienaban y no lograba evitar el alarido que, si bien salía desde su propia garganta, sonaba como que no le pertenecía. Gritaba de espanto hasta que los hechos le daban la razón, aunque sus vecinos insistían en declararla como perdida.
Una noche, en que los planetas y los astrólogos se contradijeron, sobrevino el desenlace ineluctable. A diez minutos del Apocalipsis, la loca —que así era como la llamaban— se quedó afónica. A tres minutos del fin, ella había atentado contra sus pupilas. Ciega y a la espera, se quedó en silencio, deseando que esta vez la verdad la tuviesen los otros.
Su última visión llegó para suceder con exactitud. Un segundo antes de estallar junto al universo, sonrió maravillada por el fin de los tiempos y sus desajustes. Ahora ya no tendría más que visiones de color negro nada, de lo más inútiles para ser anunciadas.
Lucila Adela Guzmán (Buenos aires, Argentina). Es autora de los libros de literatura infantil Doctora de Letras y El lago más dulce de la tierra y otros cuentos. Ha recibido varias menciones por sus poemas y microficciones. Hace parte de varias antologías hispanoamericanas de microrrelatos como: Antología de microrrelatos fantásticos de autores latinoamericanos (Ediciones Tahiel, 2013); Fútbol en breve, Jogo Bonito (Editorial Puerta abierta, 2014), entre otras. Actualmente forma parte de la comisión directiva de autores locales de Pilar.
BOLIVIA
Por arte de magia
Eliana Soza Martínez
No es cierto que tengan siete vidas. Lo supe cuando tomé su cuerpecito que ya no pesaba nada en mis manos.
Llegó dos meses atrás con los ojos color cielo, el pelaje gris atigrado y la travesura en sus garritas y colmillos que destruían lo que encontraban a su paso: los adornos regados por la sala, los juguetes de Luchito y, para rematar, los ovillos importados de lana de conejo que tenía mamá como su más grande tesoro. Vi su mirada enfurecida y supe que mi gatito no viviría para contarla.
A pesar de su partida, cada día, encontramos juguetes y adornos mordisqueados, y la carne cruda desaparece como por arte de magia.
Eliana Soza Martínez (Potosí, Bolivia). Ha publicado los libros Seres sin Sombra (2018; 2da. Edición, 2020), Encuentros/Desencuentros (junto a Ramiro Jordán; 2019) y Monstruos del Abismo (2020). Figuras en diversas antologías como: Antología Iberoamericana de Microcuento (2017); Escritoras bolivianas contemporáneas (2019); Bestiarios (2019); El día que regresamos: Reportes futuros después de la pandemia (2020); Pequeficciones: piñata de historias mínimas (2020); Historias Mínimas (2020); Microbios, antología de los Minificcionistas Pandémicos (2020); Caspa de Ángel: cuentos, crónicas y testimonios del narcotráfico, y Umbrales, Antología de ciencia ficción Latinoamericana (2020).
CHILE
Bajo tierra
Lilian Elphick
Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga lava las ropas en el río de piedras de canto rodado. Restriega y estruja. Coloca las prendas en la arena de la orilla, y entona una historia de manchas que no salen. Luego, irá a cosechar uvas, higos y papayas. No para en todo el día, ni siquiera para respirar y pensar que en 1889 yo entré al mundo con el mismo nombre.
No sabe leer ni escribir esta Lucila, de padre golpeador y madre muerta. Pero, ha sabido ganarse los laberintos del valle. Lavandera, temporera y prostituta cuando el sol desaparece detrás de los cerros.
Doy fe que aquí es oscuro. Nadie transita por mis huesos. Ella está arriba y yo abajo. A veces, me saluda. Algún día voy a leerte, le susurra a mi figura inmóvil, y desaparece por las angostas callejuelas de mi pueblo.
Lilian Elphick (Santiago de Chile). Es directora de talleres literarios y editora de la revista virtual Brevilla, dedicada a la minificción. Durante doce años fue editora del portal Letras de Chile. Ha publicado los libros: Relatos: La última canción de Maggie Alcázar (1990), El otro afuera (2002) y Praderas Amarillas (2019). Microrrelato: Ojo Travieso (2007); Bellas de sangre contraria (2009); Diálogo de tigres (2011); Confesiones de una chica de rojo (2013); K (2014); El crujido de la seda (España, 2016) y Capilar (2018). Con el libro Bellas de sangre contraria ganó el Premio Mejores Obras Editadas del CNCA, en 2010. El libro Capilar fue seleccionado por el Programa de Adquisición de Libros del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Chile, 2019. Sus textos han sido incluidos en numerosas antologías, tanto en Chile, como en el extranjero.
COLOMBIA
Liberación
Fred Ramírez.
24 de abril de 1977.
A la llegada al orfanato, monseñor Soares declara que efectivamente siente una presencia maligna. Tras la ronda de reconocimiento, en el segundo piso, descubre la existencia de un portal en uno de los baños. Con tizas de color rojo rodea dos espejos rotos, ubicados uno frente al otro en el área suroeste. Pasadas las 2 a.m., durante el ritual de fuego y sangre de gallo, los grifos del otro extremo del lugar se empiezan a abrir uno a uno. El religioso solicita desalojar el cuarto porque «algo anda mal». Antes de que los presentes podamos salir, al hombre le surgen heridas profundas en ambas manos y en la cabeza. Monseñor Soares grita: «¡estigma!», y cae desmayado.
Siendo las 3:33 a.m., el religioso despierta y, con pasmosa serenidad, nos anuncia: «Yo, Ricardo Soares, declaro que este cuerpo ha sido liberado». Luego, arranca el crucifijo de su pecho y sale del orfanato con rumbo al noroeste.
Fred Ramírez (Bogotá, Colombia). Contador público y escritor emergente. Ha sido antologado en el libro de microrrelatos 1 byte de horror | Antología de minificción digital (Quarks Ediciones Digitales, 2020) y en los libros de microcrítica de cine 333 apashiraS (Hablemos de cine, 2019 y 2020).
GUATEMALA
Cortina de humo
Norma Yurié Ordóñez
I
Al terminar el acto, la cortina de humo se desvaneció y los efectos de las luces se apagaron. Los aldeanos se retiraron conmovidos, sin dar la importancia debida a un dato oscuro: el domingo en la madrugada, el circo surgió de la nada después de un insólito incendio del que nadie tenía detalles.
II
Detrás de la carpa, el ilusionista y su ocasional asistente, elegido al azar de entre el público, divisaron frente a una fogata un hombre alto de capa que, solemne, al observarlos blandió un báculo con el que trazó símbolos en la tierra y transfiguró al asistente en madera que arrojó al fuego, avivándolo, mientras que, de nuevo, el circo desaparecía cubierto en una cortina de humo.
Norma Yurié Ordóñez (Guatemala). Diseñadora Gráfica de profesión. Realizó estudios de Cinematografía en 2009. Segundo lugar, categoría cuento, Don Simón; Primer Premio Nacional de Literatura para Nuevos Escritores, Diario de Centro América, 2013. Microrrelatos suyos han aparecido en las antologías: Viaje a la oscuridad (2015); Antología Centroamericana de minificción Tierra Breve (2018), Brevirus (Revista Brevilla, 2020) y Campanadas (2020). Ha publicado en revistas, blogs y páginas como Ek Chapat, Teresa Magazine, Perro Negro de la Calle e Ibídem (México), Plesiousario (Perú), Piedra y nido (Argentina), Brevilla (Chile), Letras Itinerantes (Colombia) e Inmediaciones (Bolivia).
PERÚ
Última sesión
Maritza A. Iriarte Borboy
Viernes, doce de la noche. Seis viudas están sentadas alrededor de la mesa. Se toman de las manos. En silencio, se miran entre ellas. Desde la cabecera, la médium con el rostro cubierto por un velo musita palabras. En ese instante, las velas se apagan. Tiembla. Las luces se encienden. Sobre la mesa, el velo, dos candelabros, uno frente al otro, y un frío sobrecogedor.
Maritza A. Iriarte Borboy (Lima, 1954). Es escritora microficcionista. En el 2013, publicó Aztram, un mundo de brevedades. Ha participado en diversas antologías. Sus textos han sido publicados en las revistas literarias FIX100 y en Plesiosaurio. Primera Revista de Minificción Peruana, y han sido traducidos al francés.
En la voz de Lilian Elphick su minificción «Bajo tierra»