Arturo Prado Lima

Conocí a Isaías Peña Gutiérrez en el bar “El dinosaurio todavía estaba ahí”, con motivo de la presentación de la novela Leodericsh Hsioderool, de su nieto Jacobo Peña Mesías, que con 13 años de edad hacía su debut en Madrid con semejante obra que no está hecha exclusivamente para niños. Fui yo el presentador de la novela, y de todas las preguntas que se hicieron a continuación, recuerdo con fuerza una de Isaías, un hombre curtido por la práctica literaria y expectante de todo lo que allí se decía. Preguntó: “Dices que esta primera novela es el inicio de una saga de 7. Con el tiempo adquirirás edad, experiencia, dejarás de ser niño: ¿Crees que la inocencia con que has escrito este primer tomo cambiará el estilo en próximas entregas?” No son exactamente las palabras pronunciadas, pero creo era la esencia. La respuesta no fue clara, o no recuerdo bien.

Hace dos meses escasos, durante una visita relámpago a Bogotá, me hospedé en casa de Diego y Liliana, los padres de Jacobo. Estábamos de fiesta, celebrando el cumpleaños de la madre del escritor, cuando llegó, a las 8 de la noche, Isaías Peña. Traía el primer ejemplar de “El universo de la creación literaria”, que le acababa de enviar Planeta, la editorial encargada de la publicación. Le asombraba la livianez del libro. A pesar de lo grueso del tomo, estaba editado en un material especial que no representaba, aparentemente, el peso de su contenido. Es una metáfora. Mientras nos lo pasábamos entre todos, Isaías, que había ido con su mujer, doña Betty, nos retó a identificar a los escritores que aparecían en la portada.

Y nos comentó algunas de sus experiencias en los cientos de talleres literarios que ha dirigido en la Universidad Central desde su juventud. Ha sido su vida, su profesión, su sueño, su posibilidad, su razón de existir. De ahí que la publicación de esta obra represente para él, ya al borde de los 80 años, un resumen de su actividad cotidiana y la extensión de su conocimiento más allá de sí mismo.

Ya en la madrugada, pensé en estos dos dinosaurios de la literatura, en Jacobo y en su abuelo Isaías. El primero, ya con la maleta en el camino, metido en su laberinto de personajes de esta y otras realidades paralelas, tenía claro la meta, la táctica y la estrategia en su lógica juvenil. No esperó, a mi entender, que alguien le abra la puerta y le indique el sendero. Isaías es otra historia. Él se dedicó desde siempre a ser el abre trocha para que los soñadores de la ficción puedan acceder al sendero del universo literario sin tener que detenerse mucho tiempo en despejar de maleza el argumento de sus obras.

Hoy, ya está en las librerías esta especie de biblia de iniciación literaria que todos los que aspiramos a escribir algo que trascienda esta realidad calamitosa que vivimos, deberíamos leer. El escritor Alejandro García Gómez, comentando sobre Isaías me dijo: “Isaías Peña Gutiérrez ha sido un formador de escritores por excelencia durante toda su vida”.  Estoy de acuerdo.

Isaías Peña Gutierrez, Jacobo Peña Mesías y Arturo Prado Lima en Madrid

Con los pocos años en la creación literaria, Jacobo, su nieto, se ha saltado, en lo fundamental, creo, los pasos del guía de escritores que es el autor del Universo de la creación literaria. Pero en la práctica, también es un guía. Su entrega, su curiosidad, su visión más allá de la mirada común, son puentes que permiten el paso hacia el otro lado de los que aún dudan de franquear el río o de los que no saben cómo hacerlo. Desde las dos orillas, desde la niñez y la madurez, estos dos hombres nos enseñan el rumbo de cómo llegar a la meta soñada: a escribir los libros que sean útiles para cambiar la realidad concreta.

Estos señores son, en cierta forma, un muro de contención contra el sicariato literario de aquellos que se ofrecen en las redes sociales a lograr un best seller, a escribir en automático, a escribir en 6 meses la obra maestra de la literatura universal. Son, la fortaleza de la conciencia materializada en sus obras. La obra de Isaías Peña Gutiérrez es desde ahora un manual obligado para aquellos y aquellas que no quieran repetir las manías de quienes, a pesar de sus esfuerzos, han sido presa fácil del olvido.

Gracias maestro Isaías, este libro nos da la oportunidad de asistir a sus talleres desde la distancia material y temporal.

Habíamos quedado en encontrarnos un mes más tarde, pero mi paso por Bogotá fue fugaz y no tuve tiempo de encontrarme con Isaías Peña Gutiérrez y con otros maravillosos amigos y amigas que me hubiera gustado ver después de un cuarto de siglo de no pisar Colombia.

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Isaías Peña Gutierrez es Comunicador Social-Periodista de la Universidad Externado de Colombia; Magíster en Escrituras Creativas de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP). Coordinador Académico del Pregrado de Creación Literaria de la Universidad Central. Bogotá, Colombia.