Amalia Cordero / Cuba

                                                   …siempre tiene entre manos el golpe certero y sin aviso.

                                                                                                           Geraudí González Olivares

Lester F. Ballester ha publicado su primer libro de microficciones: Cuestión de origen. Hecho en Taller Blanco Ediciones, Colombia, dentro de su colección Comarca Mínima. Nos lo presenta Geraudí González Olivares y la corrección de Jonathan Alexander España Eraso que, junto al resto del equipo de esta editorial, constituyen un experimentado colectivo.

Lester nos muestra la vida a su alrededor o la que le llega de alguna manera, sin barnices. Él va  a lo profundo , donde aflora la gama de pensamientos que el hombre es capaz de generar dentro de las circunstancias, en medio de las que vive. Con  aguda mirada de escritor aguza sus sentidos para buscar la esencia de los hechos. Así ha extraído historias de lo que a simple vista se acepta como normal y cotidiano por lo que adquieren el sabor y el rango de  lo testimonial que evidencia un ingenio especial para recrear en sus textos. Cuestión de origen se multiplica en dos libros: Cuentos de Ultramar y Cuentos de Estaciones.

En Cuentos de Ultramar el escritor vuela lejos: la emigración, las lineas familiares más antiguas, el entorno social de la infancia, toda una gama de vivencias de las que ha acumulado imágenes y recuerdos. La emigración al desnudo con su crudeza y los sueños que la alimentan. Ese suceso que no tiene época ni país, que  es un ciudadano del mundo con vuelo de eternidad: Un día de finales de siglo, Juan se fue de España… Pasaron tres años y aún estaba a la deriva…Inicio, fin, destino de alguien que se repite en muchos y nos identifica a los lectores para que compartamos sus emociones y miradas que alumbran opiniones.

San Manuel nos trae una realidad, los fantasmas de hierro, relictos que   asustan en las noches a lo largo de los campos cañeros, con su imagen grotesca. Y al final  dejar invadidos por las  penurias y la soledad a los bateyes al desarmarse los centrales azucareros.

Su talento  valió a Lester para escribir una excelente microficción sobre un   acontecimiento histórico que afectó al mundo y vive en el recuerdo, la Crisis de Octubre o Crisis de los misiles, con la presencia de extranjeros;  alguien que incumple una orden y un avión  espía que cae. Tanta información en apenas siete lineas. Con temas como el amor que no tiene límites de edad ni tiempo, sucesos picarescos  durante la guerra en Angola, continúa su recorrido por la vida dentro de la que ha crecido a través de anécdotas familiares y cuentos escuchados al pasar. No escapan a su registro males sociales como la discriminación social, la locura, asesinatos. Su ingenio se desborda para llegar a finales que sorprenden.

En Cuentos de Estaciones, la segunda parte del  libro, Cuestión de origen, se descubre en un giro hacia la ficción más marcada en cuanto a temas que arriesgan  la imaginación. Elabora escenas desde las figuraciones de la reencarnación y de ánimas de los valles abandonados que viajan sin rumbo en reclamos por las grandes catástrofes guerreras. Otros temas insinúan alucinaciones en cerebros atormentados, seres de otros mundo que incluye con pinceladas de ciencia ficción,  terror que asocia  a realidades que le tocan de cerca. Cierra el libro con Sinsajo, una fantasía creativa que vincula con una intertextualidad.

Les invito a leer este libro de Lester, un joven talento cubano.Sobre él, una amiga escritora me dijo y coincido: —Tiene mucho futuro por delante.