ENTREVISTA CON EL NOVELISTA ESPAÑOL FERNANDO MARTÍNEZ LÓPEZ

El escritor andaluz ha sido galardonado con el XXVII PREMIO DE LA CRITICA ANDULUZA por su novela «Tiempo de Eclipse». Siguiendo nuestro propósito de ofrecer a nuestros lectores la actualidad cultural tanto de aquí como de allá, invitamos a leer esta interesante entrevista de Arturo Prado Lima al novelista español.

 

 Fernando Martínez López nació en Jaén, en 1966, pero desde la infancia ha vivido en Almería, sin salir de Andalucía, por lo tanto se considera almeriense de adopción. Es profesor de física y química, nada que ver con la literatura, pero desde niño lee compulsivamente y ha estado muy cerca del mundo literario así no sea a nivel profesional. Desde hace unos 20 años se está dedicando con seriedad a la literatura. De momento lleva 10 novelas publicadas y ha conseguido un buen número de premios y reconocimientos en el ámbito nacional español. Con su última novela acaba de ganar el Premio a la Crítica Literaria de Andalucía, España. Fernando Martínez es una persona que también disfruta mucho de los retiros con su familia en el parque natural de Cabo de Gata, un paisaje único que le permite la concentración necesaria para la labor literaria. Es una persona sencilla, amigo de sus amigos y amante, por supuesto, de los buenos libros.

 

 

 

 

 

 

 

 

Arturo Prado Lima: ¿Usted escribe para copiar, interpretar o transformar la realidad?

Fernando Martínez López: Cada escritor interpreta la realidad según su punto de vista. Mis novelas se centran en diferentes temáticas en las que puede haber diversas opiniones al respecto. No trato de convencer a nadie con ello, simplemente muestro mi visión. A algunos les parecerá más acertada, otros no estarán tan de acuerdo. Siempre surge ese diálogo con los lectores cuando se publica una nueva obra, y es un aspecto muy interesante cómo se presenta esa confrontación entre distintos puntos de vista cuando se abordan materias  en algunos casos delicadas. A mí me gusta tratar temas de tipo social, histórico…, y como es natural, son perspectivas que no siempre comparten los lectores. De todas maneras, procuro hacer una escritura amena, pero también ilustrativa y reflexiva. Es uno de los aspectos de mi literatura, que no solo intenta distraer, sino enseñar e ilustrar sobre diferentes aspectos.

APL:¿Qué diferencia encuentra usted entre el historicismo y lo histórico cuando escribe sus novelas?

FML: Mis novelas tratan de abordar lo histórico con bastante rigor. Intento documentarme con detalle para que este aspecto se refleje de forma fiel. Pero luego está el historicismo, ese entorno que le da sentido a la parte de ficción con la que yo intento recrear la novela. Aquí suelo encontrarme con un conflicto porque, en la obra, los personajes reales conviven con los de ficción, y en ocasiones, por el desarrollo argumental, surge la necesidad de encomendarles hechos ficticios a personajes reales. Esto supone un problema que hay que tratar de resolver acercándose lo máximo posible a lo que ha sucedido realmente. Intento por todos los medios que esté dentro de la lógica de la narración y del carácter de la misma.

APL: ¿Es esto algo parecido al Realismo mágico?

FML: Estamos hablando de cosas distintas. Por lo general, las obras de ficción conllevan algo de historicismo porque están ambientadas en una época histórica concreta, ya sea pasada o presente. Lo que yo intento en todo caso es que quede claro lo que es ficción y lo que es real.

APL: ¿Cuál de los personajes tiene más peso, el histórico o el historicista?

FML: El historicista normalmente es el que le da más peso a la novela. Representa el papel principal y se encarga de llevar el argumento adelante. Y con ellos encajan diferentes personajes históricos. De hecho, en esta última novela, Tiempo de eclipse, que ha obtenido el Premio Andalucía de la Crítica, el personaje histórico más relevante de la novela es Albert Einstein, sin embargo no es el protagonista principal. Aunque tiene un porcentaje significativo de actuación y es quien me inspiró para comenzar esta obra, es en los personajes de ficción en los que recae la responsabilidad de sacar adelante la novela.

APL: ¿Cuál es el método para darle peso a un personaje?

FML: El personaje de mayor peso es el que más relación guarda con el desarrollo argumental. Lo que sucede gira en torno a ese personaje y es lo primordial en la novela. En el caso de la obra premiada, la protagonista es un personaje de ficción de nombre Olimpia Balaguer, una mujer de inusitada belleza que le acarrea más problemas que satisfacciones. Lo que se percibe a través de ella, la transformación que va sufriendo gracias al descubrimiento de la cultura y el poder de la palabra, es lo que realmente prima en esta novela. Para ella, personajes históricos como Albert Einstein o el Noi del Sucre se convierten en modelos a seguir.

APL: La Barcelona sindicalista, anarquista y pistolera de principios del siglo pasado es escenario de varias novelas. También de esta última suya. ¿Cuál es el motivo?

FML: La Barcelona de los años 20 del siglo pasado es apasionante desde la perspectiva literaria. Tenía una clase obrera más desfavorecida que la actual. En aquella época había un empuje sindicalista muy fuerte porque las condiciones eran realmente lamentables: jornadas agotadoras y sueldos miserables. De ahí ese fuerte movimiento sindicalista que se enfrenta con la patronal. La reivindicación social fue muy intensa y fue el origen del pistolerismo. De eso trata también esta novela, de las personas que lucharon, unas a través de la violencia, otras con el uso de la razón. Es uno de los aspectos que se quiere destacar en Tiempo de eclipse.

APL: ¿Cómo se llevaban en esa época el sindicalismo con el anarquismo?

FML: La idea es complementaria. El sindicato más poderoso era anarcosindicalista, la Confederación Nacional del Trabajo, la CNT. Pero dentro del sindicato hay discrepancias, surge un sector que apoya la acción violenta. El problema es que esta, en principio dirigida contra la patronal, al final también se ceba con los propios compañeros que tienen una visión contrapuesta de la lucha obrera. Dentro del sector de la CNT que podríamos llamar pacífico, en la novela cobran especial relevancia Salvador Seguí, apodado el Noi del Sucre, y Ángel Pestaña.

APL: ¿De qué trata concretamente Tiempo de Eclipse?

FML: La novela empieza con un hecho científico que encumbró a Albert Einstein, quien propone en su teoría general de la relatividad que la luz tiene, entre comillas, peso, y que los cuerpos de mucha masa pueden desviarla. Cuando esto se comprueba experimentalmente gracias a un eclipse total de sol, en 1919, Albert Einstein es elevado a un nivel de fama jamás visto antes. En la actualidad, ningún personaje alcanza la misma celebridad que experimentó por aquel entonces Einstein. Una de las consecuencias es que sufriera el acoso del ultranacionalismo alemán por su condición de judío. Esta situación le lleva a plantearse la idea de abandonar Alemania, por lo que emprende una gira mundial con final en España, donde dará una serie de conferencias. Lo que se encuentra aquí, donde cree que la tranquilidad lo va a acompañar, es un clima social y político muy convulso, la época de furor sindicalista que reina en la Barcelona de los años 20. Ese es el núcleo inicial de la novela. Pero el personaje principal, como ya he señalado antes, es Olimpia Balaguer. Podríamos decir que el hilo fundamental que conduce la novela es la trasformación que sufre este personaje a través del descubrimiento de la cultura y la palabra. Estos hechos conviven con una parte histórica, de conmoción social, que es la antesala de la dictadura del general Primo de Rivera. Aparte, la novela analiza aspectos culturales, sociales, políticos y científicos vistos desde la mente de Albert Einstein, en la que yo, como escritor y haciendo un ejercicio arriesgado, quizás demasiado atrevido, intento introducirme.

 

APL: ¿La ciencia y la literatura también se complementan?

FML: La ciencia intenta explicar el mundo. La literatura, la vida.

APL: ¿Qué hace ahora?

FML: Estoy enfrascado en una nueva novela. Esta vez he querido imitar en cierta medida lo que hace Isabel Allende. Ella siempre comienza sus obras un 6 de enero. Yo lo he hecho un poco antes, el mismo día en que se inició el año.

APL: ¿Hacer muchas revisiones es bueno o malo?

FML: Las revisiones son obligadas si somos exigentes como escritores, pero también es cierto que el punto de vista cambia con el tiempo; lo que hoy te parece bueno más adelante te puede parecer malo. Yo reviso varias veces lo que escribo hasta que creo que tiene el nivel suficiente para ofrecérselo al público. Es el momento de dejarlo, porque si no se eterniza la labor.

APL: ¿La pandemia cómo lo ha afectado?

FML: El confinamiento al principio me desinfló, me quitó las ganas de escribir. Luego como todo; el tiempo hace que te vayas acostumbrando a la nueva situación, si no, no podríamos sobrevivir a los contratiempos que van surgiendo.

APL: ¿Con qué se siente mejor, con la literatura de largo aliento o de corto aliento?

 FML: Con la literatura de corto aliento, el relato, el cuento, me siento más relajado. La novela exige más dedicación, más disciplina, pero también es cierto que terminar una novela me produce más satisfacción al tratarse de un trabajo de mayor envergadura.

APL: Mil gracias. Un día de estos iré a Almería y nos tomaremos un café.