Cuenta la leyenda que durante Felipe V las plantas del parque El retiro de Madrid amanecían florecidas sin que una mano humana las interviniera. Dentro de su imaginería popular, la gente atribuyó este milagro de la naturaleza, a un duende que se paseaba por los jardines durante la noche.

Cuando a mediados del siglo XVIII el Retiro se convirtió en un espacio público y los enamorados de Madrid lo escogieron para alimentar sus cachondeos, el duende se convirtió en un cómplice de las parejas, que les traía buena suerte.

En 1985, el artista José Noja levantó al pie de la Casa de fieras (antiguo zoológico, hoy transformado en la Biblioteca ‘Eugenio Trías’), una escultura del duende con su cuerpo enjuto, sus orejas alargadas y su flauta encantada.

Esta figura del duende ha sido tomada por el editor Basilio Rodríguez Cañada para crear los Premios de Literatura ‘Escriduende’, que desde hace 10 años se vienen otorgando a los mejores libros de la Feria de Madrid.

Entre los autores que han sido galardonados con este premio podemos destacar a Gloria Nistal, Pilar Cavero, Daniel Migueláñez, Marisol Esteban Repiso, J. L. López Amigo, Socorro Mármol, Bella Clara Ventura, Carlos Vásquez, Roberto Gil de Mares y Nery Santos.

La figura del duende es fuerte en el mundo editorial. Desde Gutenberg, cuando un libro traía un error entre sus páginas, se decía que ahí estuvo presente el duendecillo de la edición. El poeta andaluz Federico García Lorca afirmaba que para ser un buen escritor había que tener ‘duende’.

El lugar escogido por el editor de ‘Pigmalión’ para otorgar estos reconocimientos literarios no podía ser mejor que la antigua Casa de fieras del parque El Retiro.

Con la presencia del poeta español Luis Alberto de Cuenca, el Premio Especial de la feria fue otorgado al escritor italiano Corrado Calabro, autor de veintitrés poemarios traducidos a veinte idiomas, y doctorado ‘honoris causa’ de la Universidad Mechnikov de Odesa. El mejor libro de poesía a Leopoldo Calvo-Sotelo, quien fue el segundo presidente de España durante el período de la restauración a la democracia. El libro de Calvo-Sotelo es un poemario póstumo. Mejor investigación de medios, a la periodista de RTVE Nuria Ramos. Mejor edición en lengua inglesa, por el libro ‘El forjador de palabras’, a la traductora sudafricana Rosemary Clark. Por las dos bellas ediciones de los libros ‘Los misterios de la selva’, de Emilia Pardo Bazán, y ‘Luces de Bohemia’, de Ramón del Valle-Inclán, al escritor gallego José María Paz Gago. Por el mejor libro del hispanismo, al escritor camerunés Narcisso Fomekong Djeugou. Y por el conjunto de su obra, al escritor tunecino Ridha Mami.

La cuota colombiana recayó, en esta oportunidad, en la poeta caleña Elvira Alejandra Quintero, quien obtuvo el premio a la mejor poesía hispanoamericana. La cucuteña Magda Pérez, como la mejor autora novel. Y el escritor ibaguereño Carlos Pardo Viña, por la mejor novela hispanoamericana.

Estos autores que se despliegan como una diáspora, a lo largo y ancho de África, América y Europa, reconocen que no se puede escribir sin que se tenga duende. Lo demás son redes sociales, ‘likes’ y escritores perfilados.

FABIO MARTÍNEZ
hector.f.martinez@correounivalle.edu.co